Microalgas llenas de energía
La producción de biodiésel a partir de cepas aguarda el apetito de los inversionistas.
Por: Ernesto Perea
La producción de biodiésel a partir de microalgas tiene un gran potencial el próximo lustro, ya que es sostenible con el medio ambiente, ocupa menos espacio respecto al biocombustible derivado de cultivos agrícolas y puede ser altamente rentable si se realizan las inversiones adecuadas.
Las microalgas tienen lípidos o grasas, un alto rendimiento y se regeneran en horas, por lo que son muy eficientes para obtener biodiésel, comenta a Manuractura, Sharon Velásquez, especialista en Ingeniería Química y Materiales Avanzados de la Universidad de Newcastle, Reino Unido
Cepas como Botryococcus braunii o Schizochytrium reportan valores máximos de 75% en grasas. Otras cepas como Neochloris oleoabundans o Chlorella vulgaris también son útiles, agrega, Gibrán S. Alemán Nava, director de la firma mexicana Galtec.
Sin embargo, pensar en el desarrollo de biorrefinerías para microalgas parece lejano. La inversión mínima para que una empresa de este sector sea rentable es de 36 millones de dólares (mdd), con lo que alcanza una producción de 12 millones de litros al año.
Con ello se alcanza una tasa interna de retorno de cuatro años y una utilidad anual de 17 mdd, agrega Francisco Sánchez, director de Asepro Ecología, empresa que diseñó la primera planta prototipo para producir biodiésel con microalgas y que este año iniciará operaciones en Tabasco.
Sánchez Zaldívar estima un precio 30% menor respecto al diésel convencional. En pruebas de laboratorio la producción alcanza 9 pesos por litro, pero al escalarlo, el precio se reduce a 5 pesos, lo que beneficiaría al transporte aéreo, terrestre y marítimo.
La reducción de costos de cosecha y de pretratamiento abonarán a su rentabilidad, resalta Velásquez Orta.
Adicionar productos derivados del proceso como glicerina, biomasa para la alimentación animal o probióticos para consumo humano es otra de las claves, afirma Alemán Nava.
Los investigadores refieren que en Holanda y Alemania hay tecnología avanzada y programas piloto en transporte o en vuelos de prueba que usan biodiésel o bioturbosina derivados de microalgas, lo que incentiva su desarrollo. Brasil, Estados Unidos y China son líderes en esta materia, porque consideran que la bioenergía es un asunto de seguridad nacional.
Alemán asegura que la producción es viable pero faltan “tres o cuatro años” para alcanzar madurez tecnológica y conciencia sobre sus beneficios. México, dice, tiene potencial para crecer con microalgas, porque posee extensión de tierra, temperatura ideal, intensidad de luz, conocimiento y técnicas correctas.
Asepro Ecología maximizó la producción de aceite con microalgas de 60,000 a 467,000 litros por hectárea promedio por año. Muy superior a los 7,000 litros por hectárea con palma de aceite. Además, dice Sánchez Zaldivar, una planta de microalgas producirá en 30 hectáreas el mismo volumen de biodiésel que con palma de aceite requeriría 600 hectáreas.